Cuenta también la tradición primitivo-popular de Arauca que en el preciso momento que la serpiente se remueva invirtiendo su posición, es decir, cuando su enorme cabeza ocupe el lugar que tenía la cola, se produce el hundimiento de la Iglesia de Santa Bárbara de Arauca. Para sacar la serpiente, hay que tirarle un Viernes Santo un ramal de anzuelos con siete niños sin bautizo.
Es frecuente escuchar decir al hombre araucano, "el forastero que bebe de las aguas de la madre vieja se queda para siempre en Arauca. Tiene como razón destacar lo acogedora que es esta tierra".
Fuente: http://pwp.supercabletv.net.co/
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